Aware: el Haiku. Por Vicente Haya

Un libro de Vicente Haya, Filósofo y especialista en traducción de libros de Haiku (poemas cortos de una métrica particular). ¿Por qué es interesante compartirlo? El autor se pone en el lugar de las figuras clásicas del Haiku, nos pone a los lectores en su lugar y además consigue transportarnos a un paisaje en la niebla visitado por zorros, burlones Kami y visitantes inaccesibles Templos budistas.

¿Con qué ojos debemos contemplar el Haiku, y por ende la naturaleza?. La dosis de humildad precisa creo que es muy interesante de concebir también para el estudio del arte marcial…

¿Qué opina el lector de la definición siguiente?

AWARE: se tradujo como “el lamento de las cosas”, y se entendía desde una óptica budista como esa tristeza que emanaba del mundo por su naturaleza efímera. Así, cuando el poeta dice aware no puede interpretarse como “qué sensible soy”, sino mas bien como “Qué agradecido estoy por haber estado presente”.

De esta forma, “los japoneses evitan emitir juicios contundentes respecto a todo: su forma de concebir el mundo no exige un continuo posicionamiento de cada persona ante cualquier cuestión.” (Y si lo hacen a veces es tan sutil que resulta imperceptible si no se tienen las claves para interpretarlo.

“Tan estrecho es el margen que nos conceden a los extranjeros para interpretar su cultura que no se molestan en corregir nuestros errores.” (Os suena?)

“Aunque eso depende de que dejes de comportarte como un Gaijin y hagas un silencio en tu interior que reverbere en ellos y les fuerce a expresar con palabras o sin ellas aquello que deseas saber”.

HUMILDAD Y TIEMPO: son elementos necesarios parta el estudio de las artes al estilo japonés: “la humildad sirve para para sobrellevar el tiempo que pasamos tratando de escribir bien sin conseguirlo” Escribir y tirar a la basura, una y otra vez. Y por extensión, aplíquese dicha receta a la práctica del Aikido.

En cuanto a la estética del Haiku, su mérito es apreciar la belleza de cosas insignificantes que para el ojo superficial no revisten interés. En íntima vecindad con los conceptos de SABI Y WABI (V. Imagen).

“Se nos ha dado la oportunidad de habitar en un mundo concebido para nuestra continua fascinación. Para saborear de verdad el mundo se exige una dosis incalculable de falta de pretensión”. La experiencia directa de las cosas: agua, frío, ukemi… es lo real, y no los juicios e interpretaciones que añadimos para asimilarlo. Suena como a taza vacía, verdad?.

“En el momento en que tratamos de contar el Aware de que hemos sido objeto, se va aniquilando el protagonismo de nuestro yo, y ayudando a que el lector aniquile el suyo. El Haiku de debe ser una apreciación clara y sencilla. No te creas especial como autor”.

“Si un Haiku de los miles que escribas te sale así, déjalo estar. Consérvalo junto a los demás y no te obsesiones por cambiarlos. Ni lo busques ni lo exhibas, porque puede llegar a ser una trampa en tu Vía y acabar haciendo de ti un divo”

Una de las tretas de un maestro es elogiar el trabajo de su discípulo (pero para destruir después su ego por otro lado, cuidado!). En un punto en que el practicante se debate entre los halagos y las críticas, encontrar el equilibrio y no tomar ninguno de ellos en consideración ; y no tomarnos a nosotros demasiado en serio…

Y como punto final, un ejemplo muy interesante: MA (la distancia, el intervalo…ya sabéis). Una imagen: YUKI-MA (Yuki: nieve). Para ayudarnos a entender qué significa MA-AI: Yuki-Ma es el espacio dónde la nieve se ha derretido o dónde la nieve se ha detenido y ha dejado de caer…

A pensar un poco sobre este concepto, que huelo un poco a quemado de este esfuerzo mental…

Y agradecer a D. Vicente Haya su fantástico trabajo (del que dejo mucho sin comentar, por supuesto).

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¿Es el Aikido un Budo?

Donn Draeger fue un militar estadounidense destinado en Japón en los años de ocupación tras la segunda guerra mundial. Estudioso de las artes de combate en un amplio sentido, se especializó en varias escuelas de Budo tradicionales y visitó e investigó desde el punto de vista histórico muchas otras. Contribuyó al conocimiento entre los occidentales de Katori Shinto Ryu, Shindo Muso Ryu Jodo y otras. En alguno de sus escritos desarrolló una clasificación de los tipos de Budo japonés que por su simplicidad y lógica han sido citados y adoptados por maestros actuales en sus planteamientos. Es el caso de Malcom Tiki Shewan (alumno de Tamura Sensei y experto en el manejo y facturación del sable japonés) o Pascal Krieger (cabeza del estilo Shido Muso Ryu de Jo en Europa y 10º Dan de Shodo o caligrafía japonesa). Ambos conocieron a Sensei Draeger y son conscientes de su influencia; su esfuerzo por un abordaje del Budo desde un punto de vista académico moderno da como resultado entre otras cosas el armazón de la clasificación que aquí describo someramente:

KO BUJUTSU: la forma antigua de la maestría en las armas, anterior a la batalla de Sekigahara (inicio del período Edo); entre los años 900 y 1600. Características clave: manejo de múltiples armas, uso de armadura y test real en el campo de batalla. Efectividad inmediata y rápida, con técnicas muy poco complicadas (algunas escuelas se basaban en una o dos). Abarcaban un todo sólido, con estudio de estrategia, construcción de fortalezas, adivinación y en este plan. La competencia entre los Ryu (escuelas) se daba al estilo darwiniano con el último objeto de mantenerse a lo largo de los siglos y de acceder e influir al poder político. La mayoría de enseñanzas se mantenían en secreto, como es lógico deducir.

KO-BUDO: tras el año 1600 se instaura la paz, bajo el férreo mando de los Shogun (Tokugawa), con el más largo período de aislamiento de Japón. El gran número de guerreros que se vieron deambulando por el país sin trabajo propició un cambio sustancial: las artes marciales ya no se consideraron útiles únicamente para el combate, adaptándolas fuera del campo de batalla; se instituyó un cierto código de conducta al estilo caballeresco para controlar a los guerreros (más o menos lo que correspondería al término Bushido) y pasó a primer plano el lado artístico y moral de la práctica. Desaparece la armadura y la aplicación guerrera despiadada, y las técnicas se adaptan a estos cambios (distintos blancos de ataque, distintos ángulos de manejo del arma, etc). En este punto surge el Ju-Jitsu como arte propio (hasta entonces el combate a mano vacía solo se estudiaba tangencialmente, para solucionar situaciones en las que el Samurai hubiera sido desarmado). El instrumento de aprendizaje del KoBudo es el Kata. No existe el combate libre. Se mantiene en cierto modo el aroma feudal del KoBujutsu, ciertamente atenuado. Ejemplo de KoBudo son escuelas (KORYU) como Katori Shinto Ryu, Maniwa Nen o Araki Ryu. Cada una se liga a un templo Shintō y se adopta el sistema de herencia de la cabeza de la escuela (en casos determinados de incompetencia del heredero se utiliza el sistema del Shihan, basado en el talento, para transmitir la enseñanza a otro adepto mas cualificado).

SHIN-BUDO (o Gendai Budo): a partir del 1870 desaparece el Shogunato. Se prohíbe llevar espadas en público y se abre Japón al comercio con Occcidente. Una serie de Maestros fundan sistemas basados en KoBudo pero adoptando influencias deportivas. Se introduce el concepto de combate libre y competición en algunos casos. Cada arte se especializa en general en un arma únicamente, o bien en un tipo de técnica a mano vacía. Surgen aquí el Karate, Judo, el Aikido, Kendo y Kyudo.

La frontera entre estos tipos de Budo a veces es brumosa, como ocurre con el JoDO o el IaiDo, que tienen rasgos de KoBudo y de ShinBudo.

Es relevante saber en cuál de ellos se encuadra nuestra práctica. Un KoRyu es un arte ya completo, que no cabe reformar, una reliquia del pasado que se debe mantener tal cual. Si practicamos un ShinBudo y nos interesamos por un KoRyu, como es muy frecuente hoy día, hay que recordar que son entidades muy diferentes y a veces opuestas en sus planteamientos. Aikido y su manejo espontáneo y no estandarizado del sable de madera no tienen mucho que ver con Kashima Shin Ryu, como bien explica C. Tissier, aunque utilice en sus planteamientos algunos recursos propios de este KoBudo. Por otra parte, adquirir los conocimientos de un solo Koryu es tarea suficiente para ocupar una vida; es necesaria una buena dosis de humildad cuando nos acercamos a una (o incluso a dos) un poco al modo diletante.

¿Respondemos pues a la primera pregunta?

Sí, el Aikido es un Budo. Una forma de ShinBudo. Pero no tiene nada que ver con el Bushido. Tampoco es un método de práctica de armas, que deberíamos quizá investigar en formas más arcaicas de KoBudo si existe el suficiente interés. No me atrevería a responder la cuestión obvia que, recalcitrante, nos aborda: ¿es esta investigación retrospectiva sobre las armas imprescindible para profundizar en el Aikido?… Pensad vosotros, hombre!!!! Cada practicante tiene su vía y sus conclusiones, probablemente mas certeras que las mías, pero mi tarea es provocar un poco el movimiento de los electrones a ambos lados de la membrana de las neuronas del incauto lector. Buena semana!

Esquema basico de la comisión de enseñanza Aikikai España

En los últimos dos años, desde que se inició la nueva etapa de la comisión, formada por D. David Sánchez, D. Jacinto Herrador y yo mismo, hemos tratado de organizar un esquema en tres pilares bien diferenciados:

  1. Aikido infantil

  2. Fundamentos de la técnica y el aprendizaje al estilo japonés en un contexto de arte marcial

  3. Elementos de fisiología de la actividad física y primeros auxilios

En el árbol adjunto se puede ver de forma somera el esquema de esta primera andadura. A disposición de los profesores de Aikido queda la documentación y las presentaciones mas extensas y detalladas. Esperamos que los errores vayan haciéndose más pequeños y que mejoremos en todos estos aspectos. Es de justicia admitir que gran parte del trabajo ya hecho lo debemos a D. Octavio de la Mata, Presidente del Aikikai España y antiguo miembro de la Comisión.

Duelling with O Sensei (Ellis Amdur)

EL libro que nos ocupa se planta a medio camino entre la  obra maestra plena de reflexión y el incandescente artefacto explosivo. El autor pasó gran parte de su juventud en Japón en los años 70, y practicó en ese tiempo con los que hoy son Shihan del Hombu Dojo en igualdad de condiciones. Así ocurrió con el maestro Hayato Osawa; de ese tiempo deja entrever mas de lo que cuenta, como la brutalidad de algunos Shihan con los novatos, la existencia de algún desafío por parte de algún maestro de Sable y cosas sustanciosas por el estilo. Debido al cambio que experimenta el Aikido en los últimos tiempos Ellis Amdur dejó la práctica (desde ocho horas diarias) para especializarse en dos escuelas antiguas: Toda Ha Buko Ryu y Araki Ryu (Nanginata y sable, siendo ambas Koryu o escuelas antiguas). Llama la atención su reseña sobre el maestro Yoshio Kuroiwa, que en su juventud fue boxeador profesional, y aplicó sus formas al Aikido sin mayor problema. Dice de él que es uno de los mejores maestros de su época, que igualmente se distanció del Aikikai por su deriva pobre en el aspecto marcial. Muy interesante el hecho de que parece ser que el mismo Kuroiwa tenía una amistad con Tamura sensei. Igualmente describe los primeros tiempos en Japón de Terry Dobson, que fue de los pocos occidentales que recibió clases directamente de O Sensei Ueshiba. En un registro un poco mas serio se retrotrae a los años de la posguerra y aporta datos sobre la implicación de algunos significativos maestros del Budo en crímenes de guerra. Tampoco el incipiente Aikido se vio libre de esos estigmas; investigación difícil, ya que se tratan de ocultar estos hechos desde los años 50 y gran parte de documentación ha sido destruída. Sensei Amdur actualmente vive en Seattle y viaja ocasionalmente a Europa. Trabaja como asesor en situaciones de crisis (violencia, intentos de suicidio, ataques terrroistas, rehhenes y así), como contrapartida a su otra personalidad inmersa en la práctica del Budo. (Su anterior libro (Koryu) está traducido al español ya hace varios años). Hay teorías en Duellig with O Sensei discutibles por supuesto y otras muy personales, pero su visión aporta datos de gran relevancia para el estudiante de Aikido. Lo que es innegable es que se trata del testimomio de alguien que estuvo ALLÍ en los momentos cruciales, y que no es un novelista sino un practicante duro y comprometido; comparto con él y os traslado la siguiente cuestión ¿Hasta qué punto se puede acercar uno a los niveles de los maestros como Tamura, Chiba, Sugawara o Tada solamente practicando Aikido en la forma en que nos ha llegado? O dicho de otra forma: ¿se puede alzanzar la maestría en Aikido solamente haciendo Aikido?…No tengo la respuesta. Pero recuerdo que un Shihan que todos respetamos ha llegado a definir la triste deriva del nuestro querido arte en Japón como “de oficinistas…”. Si queréis saber quién lo dijo tendreís que investigar  mas, chavales.

Go Jo: cinco virtudes de Confucio

Tras la batalla de Sekigahara (año 1600 d.C.) Japón se sumió en tres siglos de paz bajo el Shogunato Tokugawa. Fue preciso diseñar diversas maniobras para mantener quietos a todos los guerreros sin trabajo que pulularon por el país. Junto con el Budismo y el Shintoísmo, más reconocidos, la clase dirigente adoptó el modelo confuciano como arquetipo del comportamiento correcto del samurai. Uno de sus pilares son las cinco virtudes, o GO-JO. Podrían en conjunto considerarse como un todo indivisible, que serían los atributos que hacen al hombre digno de ser llamado como tal. Por extensión, se consideraron hasta el siglo XIX como las cualidadess morales del guerrero (en contraposición al ideal ultranacionalista y violento reinventado como código Bushido de forma tardía por autores como I. Nitobe; de ello trataré maliciosdamente en otro momento).

  • NIN: benevolencia

Es la primera virtud, porque sin ella todas las demás fácilmente llevarían a excesos. Puede traducirse como bondad o armonía. El kanji muestra un hombre de pie mirando al número dos (ausencia de conflicto)

  • JI: justicia

¿Quién tiene derecho a qué?. ¿Y en qué circunstancias?. Y aún teniendo ese derecho, es lícito aplicarlo?. Para ejercer Ji de verdad es precisa una buena cantidad de conocimiento (Chi), y también de benevolencia. El kanji representa en su parte superior un Carnero (la pieza más valiosa para un sacrificio) y en la inferior un arma; implica por tanto la posesión y la fuerza para defenderla.

  • REI: etiqueta

Está en relación a la comprensión de las reglas de comportamiento, o Kata en definitiva en el contexto marcial. Confiere la dignidad a la existencia humana y se relaciona antropológicamente con los ritos de paso y funerales, o de nacimiento. El kanji representa un altar, y debajo un radical que significa «soja»: en definitiva una alegoría de la riqueza de sentimiento y de actitud. De nuevo, recordad que REI sin NIN es vacía e hipócrita.

  • CHI: el conocimiento

La sabiduría, la capacidad de ver de inmediato y de reaccionar con medida y de forma eficaz. La sabiduría que se decanta con el tiempo y la experiencia. EL kanji tiene tres partes: una flecha, la boca y una palabra. Significa que la palabra sale en el momento justo y es capaz de lograr su diana certera y velozmente.

SHIN: la sinceridad

La confianza en uno mismo y también la confianza que inspiramos en los demás. EL Kanji tiene dos radicales: un hombre de pie escuchando y otro hablando.

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